miércoles, 11 de marzo de 2009

PREVENCIONES








La prevención no consiste únicamente en asumir protecciones para que otra persona no adquiera el VIH; involucra también el protegerse a sí mismo de otras infecciones nocivas. Existen numerosas infecciones comunes y graves contra las cuales se pueden tomar algunas medidas. Los riesgos de practicar el sexo no seguro son numerosos debido a que muchas STDs pueden causar perjuicios graves en las personas con VIH.
Una de estas complicaciones es el Citomegalovirus (CMV). Si bien la mayoría de los adultos presentan una infección de CMV, esa condición no llega a ser una enfermedad entre las personas sanas, seronegativas. Por consiguiente, la mayoría de las personas son portadoras del virus pero no presentan de manera activa la enfermedad del CMV. Sin embargo, una vez que el CMV se convierte en una infección activa, pasa a ser la causa principal de ceguera entre las personas con SIDA, así como una de las causas más frecuentes de mortalidad. Entre las medidas para prevenir la infección del CMV se incluye la práctica de relaciones sexuales más seguras. La prevención del CMV es probablemente mucho más relevante para los hombres que para las mujeres, de manera particular para los hombres homosexuales adultos.
La tasa de infección del CMV entre las mujeres generalmente es más baja (40% entre las mujeres con VIH) que la que prevalece entre los hombres homosexuales adultos (entre el 80 y el 90% de ellos ya están infectados con CMV, independientemente de sus niveles de VIH.) El punto fundamental es que si la persona no está infectada con CMV, la práctica de relaciones sexuales más seguras sigue siendo un instrumento potente para ayudar a prevenir la enfermedad del CMV.
Al igual que el CMV, el virus del papiloma humano (HPV por sus siglas en inglés) es otra enfermedad de transmisión sexual. El HPV es el virus que causa verrugas genitales en algunas personas. Estas verrugas pueden resultar o no visibles por medio de un examen externo, pero de todas maneras pueden estar presentes en el ano o el cuello del útero. Siendo una de las causas principales del cáncer anal o cervical, el HPV es bastante común y difícil de tratar entre las personas con VIH. Ciertos tipos de HPV tienen mayor propensión que otros para desarrollar un cáncer.
Tanto los hombres como las mujeres corren el riesgo de contraer un cáncer anal asociado con el HPV. Ciertos estudios sugieren que las mujeres con VIH tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer anal que el que tienen de contraer cáncer cervical asociado con la infección del HPV. Al contrario de otras afecciones asociadas con la enfermedad del VIH, la tasa de cáncer anal y cervical asociadas con la infección del HPV no parecen disminuir de manera drástica con un mayor uso de una terapia contra el VIH. Desafortunadamente el uso de un condón o de otras barreras protectoras no necesariamente protegen a las personas de la infección y la transmisión del HPV, si bien podrían disminuir el riesgo de la transmisión.
La hepatitis, la criptosporidiasis, los parásitos y otras infecciones también pueden ser contagiadas durante la actividad sexual. Todas las afecciones mencionadas pueden resultar mortales para una persona con VIH, especialmente cuando está debilitado el sistema inmunológico. (Para mayor información sobre cómo prevenir estas infecciones, ver debajo.)
Es importante que las personas con VIH se protejan de estas infecciones indeseables y posiblemente peligrosas. Los exámenes de laboratorio pueden detectar estas infecciones, pero es posible que la cobertura médica de los pacientes no incluya la realización de estos exámenes. Es aconsejable consultar con el médico la posibilidad de hacerlos. Una vez que se hagan, se pueden usar los resultados para construir un plan de protección que contribuya a evitar la aparición de nuevas infecciones.

CAUSAS DE UNA VIDA SEXUAL SANA O INSANA

Las dificultades sexuales pueden comenzar temprano en la vida sexual de una persona o pueden desarrollarse después que el individuo ha experimentado el sexo de manera agradable y satisfactoria. El problema puede desarrollarse de forma gradual con el tiempo o puede ser repentino y presentarse como una incapacidad total o parcial de participar en una o más etapas del acto sexual. La causa de las dificultades sexuales puede ser física, psicológica o ambas.
Los factores emocionales que afectan el sexo incluyen tanto los problemas interpersonales (como conflictos en la relación marital o falta de confianza y comunicación abierta en la pareja) y los problemas psicológicos propios del individuo (depresión, miedos o culpas sexuales, trauma sexual previo, entre otros).
Entre los factores físicos están las drogas (alcohol, nicotina, narcóticos, estimulantes, antihipertensivos, antihistaminas y algunos medicamentos psicoterapéuticos); lesiones de la espalda, problemas con un aumento de tamaño de la glándula prostática, problemas del flujo de sangre, lesión neurológica (como en lesiones de la médula espinal), o enfermedades (como neuropatía diabética, esclerosis múltiple, tumores y, en pocos casos, sífilis terciaria); insuficiencia de diversos sistemas de órganos (como el corazón y los pulmones); trastornos endocrinos (problemas de la tiroides, la pituitaria o la glándula suprarrenal); deficiencias hormonales (baja testosterona, estrógenos o andrógenos) y algunos defectos congénitos.
Los trastornos de disfunción sexual se clasifican, por lo general, en cuatro categorías: trastornos del deseo sexual, trastornos de la excitación sexual, trastorno del orgasmo y trastornos de dolor sexual.
Los trastornos del deseo sexual o disminución de la libido pueden tener una causa hormonal por una disminución en el nivel normal de estrógenos (en mujeres) o de testosterona (en hombres y mujeres). Otras causas pueden ser la edad, la fatiga, un embarazo, medicamentos, es bien conocido que los antidepresivos ISRS entre los que están fluoxetina (Prozac), sertralina (Zoloft), y paroxetina (Paxil) reducen el deseo sexual en hombres y mujeres, o condiciones siquiátricas como depresión y ansiedad.
Los trastornos de la excitación sexual se conocían anteriormente como frigidez en la mujer e impotencia en el hombre, aunque estos términos han sido reemplazados actualmente por otros menos punitivos. La impotencia se conoce actualmente como disfunción eréctil y la frigidez ha sido reemplazada con varios términos que describen problemas específicos con el deseo o la excitación, por ejemplo.
Para los hombres y las mujeres, estas condiciones pueden manifestar aversión y rechazo al contacto sexual con una pareja. En los hombres puede haber incapacidad total o parcial para lograr o mantener la excitación o una falta de placer con la actividad sexual.
Pueden existir causas médicas para estos trastornos, como disminución del flujo sanguíneo o falta de lubricación vaginal. Las enfermedades crónicas también pueden contribuir, así como la naturaleza de la relación en la pareja. Como lo confirma el éxito del Viagra, la mayoría de las disfunciones eréctiles del hombre son condiciones principalmente físicas, no sicológicas.
Los trastornos del orgasmo son retraso o ausencia persistente del orgasmo luego de una fase de excitación sexual normal. El trastorno puede ocurrir tanto en mujeres como en hombres. Una vez más, los antidepresivos ISRS son culpables frecuentes, ya que pueden retardar o eliminar totalmente la obtención de un orgasmo.
Los trastornos de dolor sexual afectan casi exclusivamente a las mujeres y son conocidos como dispareunia (relación sexual dolorosa) y vaginismo (espasmo involuntario de la musculatura de la vagina que interfiere con el relación sexual). La dispareunia puede ser causada por lubricación insuficiente de la mujer (resequedad vaginal).
La mala lubricación puede ser el resultado de una excitación y estimulación insuficientes o de cambios hormonales a causa de la menopausia, embarazo o lactancia. La irritación por las cremas o espumas anticonceptivas también puede provocar resequedad vaginal, así como el miedo y ansiedad acerca del sexo.
No está claro cual es la causa del vaginismo, pero se cree que un trauma sexual previo (como violación o abuso) puede ser un factor. Otro trastorno de dolor sexual femenino se denomina vulvodinia o vestibulitis vulvar. En esta condición, la mujer experimenta dolor y quemazón durante el acto sexual, lo que parece estar relacionado con problemas cutáneos en las regiones vulvar y vaginal. Se desconoce la causa.
Las disfunciones sexuales son más comunes en los primeros años de la vida adulta y la mayoría de las personas se preocupan por dichas condiciones a finales de sus 20 años hasta principios de los 30. La incidencia aumenta de nuevo en la población geriátrica, cuando el inicio gradual de los síntomas tiende a estar asociado, más comúnmente, con las causas orgánicas de la disfunción sexual.
La disfunción sexual es más común en personas que abusan del alcohol y las drogas. También tiene más probabilidades de presentarse en personas que sufren diabetes y trastornos neurológicos degenerativos. Los problemas sicológicos crónicos, la dificultad para mantener una relación o una falta crónica de armonía con la pareja sexual actual también pueden interferir con la función sexual.
PREVENCIÓNLa comunicación abierta, informativa y precisa sobre temas sexuales y la imagen corporal entre la pareja y sus hijos puede evitar que los niños desarrollen ansiedad o sentimientos de culpa por el sexo y les ayuda a desarrollar relaciones sexuales saludables.
Se deben evaluar todos los medicamentos, tanto los de venta libre como los de prescripción, para conocer los posibles efectos secundarios que se relacionan con la disfunción sexual. El hecho de evitar el abuso del alcohol y las drogas también ayuda a prevenir la disfunción sexual.
Las parejas que son honestas y abiertas acerca de sus preferencias y sensaciones sexuales tienen más posibilidades de evitar algún tipo de disfunción sexual. Si un compañero no sabe lo que la otra persona quiere, no la puede complacer.
A las personas que son víctimas de un trauma sexual como abuso o violación a cualquier edad, se les recomienda buscar asesoría sicológica. La asesoría individual con un experto en trauma puede ser beneficiosa al permitir a la persona superar las dificultades sexuales y disfrutar a plenitud de experiencias sexuales voluntarias con una pareja de su elección.
SÍNTOMAS
Hombres o mujeres
falta de interés o deseo en el sexo (pérdida de líbido)
incapacidad para sentir una excitación
relación sexual con dolor (menos común en hombres que en mujeres)
Hombres
incapacidad para lograr la erección
incapacidad para mantener una erección adecuada para desarrollar la relación sexual
retraso o ausencia de eyaculación a pesar de una estimulación adecuada
incapacidad para controlar el momento de la eyaculación
Mujeres
incapacidad para relajar los músculos de la vagina lo suficiente como para permitir la relación sexual
lubricación vaginal inadecuada antes y durante la relación sexual
incapacidad para lograr un orgasmo
dolor urente en la vulva o en la vagina al contacto con esas zonas
SIGNOS Y EXÁMENESLos hallazgos físicos específicos y los procedimientos de los exámenes dependen de la forma de disfunción sexual que se esté investigando. En cualquier caso, se debe obtener una historia médica completa y realizar un examen físico para identificar cualquier posible enfermedad o condiciones predisponentes; se resaltan los miedos, ansiedades o culpas específicas del comportamiento o desempeño sexual posibles y se saca a relucir cualquier antecedente de trauma sexual. El examen físico de la pareja debe incluir todos los sistemas y no debe limitarse al sistema reproductor.
TRATAMIENTOLas medidas de tratamiento dependen de la causa de la disfunción sexual. Las causas orgánicas que son reversibles o tratables, por lo general, son manejadas con medicamentos o con cirugía. La fisioterapia y las ayudas mecánicas pueden ayudar a algunas personas que experimentan disfunción sexual como consecuencia de una enfermedad, condición o discapacidad física.
Para los hombres que tienen dificultad para lograr una erección, el medicamento sildenafil (Viagra), que incrementa el flujo de sangre al pene, puede ser de gran utilidad, sin embargo, debe tomarse entre 1 y 4 horas antes de la relación sexual.
Los hombres que toman nitratos para enfermedad coronaria del corazón no deben tomar sildenafil. Las ayudas mecánicas y los implantes de pene también son una opción para los hombres que no pueden lograr una erección y que no encuentran de utilidad el sildenafil.
Las mujeres con resequedad vaginal pueden utilizar geles lubricantes y cremas hormonales y la terapia de sustitución hormonal puede ser de utilidad para las mujeres premenopáusicas o menopáusicas. En algunos casos, a las mujeres con deficiencia de andrógenos se les puede ayudar con testosterona.
La vulvodinia se puede tratar con crema de testosterona, con el uso de biorretroalimentación y con dosis bajas de algunos antidepresivos que también tratan el dolor nervioso. La cirugía en estos casos no ha sido exitosa.
Los tratamientos de comportamiento consisten en muchas técnicas diferentes para tratar problemas asociados con el orgasmo y los trastornos de excitación sexual. La autoestimulación y las estrategias de tratamiento de Masters y Johnson son sólo dos de las muchas terapias de comportamiento que se utilizan.
La educación simple, abierta, precisa y de apoyo sobre el sexo y los comportamientos o respuestas sexuales puede ser todo lo que se necesita en muchos casos. Algunas parejas pueden requerir de asesoría conjunta para abordar los problemas interpersonales y los estilos de comunicación. En algunos casos, se puede recurrir a la sicoterapia para tratar ansiedades, miedos, inhibiciones o una mala imagen corporal.
PRONÓSTICO Y RESULTADOS El pronóstico (resultado probable) dependen de la disfunción sexual que se presente. En términos generales, el pronóstico es bueno en los casos de disfunciones físicas (causa orgánica) causadas por condiciones tratables o reversibles. Sin embargo, se debe anotar que muchas causas orgánicas no responden a los tratamientos médicos o quirúrgicos.
En los problemas sexuales funcionales, producto de problemas en la relación o de factores sicológicos, el pronóstico puede ser bueno para una disfunción temporal o leve asociada con factores estresantes situacionales o falta de información precisa. No obstante, los casos asociados con relaciones que experimentan un mal funcionamiento crónico o problemas siquiátricos profundos, no suelen tener resultados positivos.
COMPLICACIONES Ciertos tipos de disfunción sexual pueden causar infertilidad.
La disfunción sexual persistente puede producir depresión en algunos individuos. Es necesario determinar la importancia que tiene el trastorno para el individuo (o pareja, según el caso). La disfunción sexual que no se atacada correctamente puede llevar a conflictos o rupturas potenciales de la pareja.

ENCUESTAS

Los adolescentes inician su vida sexual activa antes de cumplir los 15 años de edad. Según los datos de la “Encuesta Nacional de Juventud”, del proyecto Sembrando Futuro, los jóvenes habrían tenido relaciones sexuales entre las edades de 13 a 15 años.Los resultados indican que el 11.9% de jóvenes que fueron encuestados respondieron que se habían casado o acompañado cuando contaban con edades entre los 13 y los 15 años; el 46.3% entre las edades de 16 a los 18 años; el 29.3% entre los 19 y 21 años y solo uno de cada diez jóvenes se casó o acompañó después de cumplir la mayoría de edad. El 1.6% no respondió a la pregunta, según indica el documento realizado por la casa encuestadora del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).Al margen de su situación familiar o estado civil, se les consultó si habían tenido alguna experiencia sexual: más de la mitad (53.4%) contestó de manera afirmativa. En el caso de los hombres, esta proporción asciende al 59.1%, mientras que en las mujeres es del 47.5%. Por su parte, el 31.4% de jóvenes entre los 15 y 19 años ya había tenido alguna experiencia sexual, una proporción que asciende al 77.4% en la grupo entre los 20 y 24 años.La encuesta, que se realizó hace algunos meses, según el Proyecto Sembrador, con el fin de conocer aspectos importantes del comportamiento de la juventud salvadoreña, indica que los adolescentes no sólo inician a temprana edad las actividades sexuales, sino que tienen varias parejas.Se consultó el número de parejas sexuales que los y las jóvenes habían tenido en los 12 meses previos a la consulta. El 61% dijo que había tenido relaciones sexuales con una persona; el 17.5% dijo haber tenido relaciones sexuales con 2, 3, 4 individuos.Edith Barrera, psicóloga del Centro de Atención Integral a la Salud de Adolescentes (CAISA) explicó que la decisión de los jóvenes de iniciar a temprana edad su vida sexual está relacionado a los problemas afectivos.Barrera, indicó que los jóvenes sufren de problemas afectivos de inseguridad, ansiedad, depresión, riesgos suicidas por la falta de comunicación con los padres y de que no se les habla claro sobre los riesgos que se puede tener al iniciar una vida sexual tan temprano.Estos problemas llevan a los jóvenes al “inicio de relaciones sexuales a temprana edad, a la promiscuidad, a los embarazos precoces, los embarazos múltiples y al contagio del VIH/SIDA”, interpreta.“Nosotros trabajamos con muchos jóvenes y les explicamos que si tienen un hijo ya no se van a poder comprar los zapatos Nike, van a tener que usar Bracos. Entonces, es hablarles con seriedad y hacer ver la realidad de las consecuencias de enfermedades y los embarazos”, aseveró la psicóloga.La psicóloga indica que muchas veces los jóvenes tienden a “confundir” el amor con la sexualidad, producto del poco afecto que los padres demuestran o el interés para conocer sus problemas.Según los datos estadísticos del hospital de Maternidad, la edad promedio de embarazos se registra de los 12 a los 14 años. El 31.4% representa los partos atendidos en adolescentes durante este año.Las cifras que maneja Maternidad son alarmantes, sin embargo, la unidad integral no maneja datos exactos. “No hay muchas investigaciones que arrojan estos datos porque al Estado no le conviene ni a la iglesia conocerlos”, advierte.La psicóloga indica que también existen otros factores para el inicio de las relaciones sexuales a temprana edad como las presiones de grupo, las programaciones en los medios de comunicación y lo “pecaminoso” de la iglesia.Hasta este 2008, el Estado salvadoreño avaló una guía de educación sexual que se impartirá en los Centros Educativos, con la que se pretende reducir los índices de embarazos en las adolescentes.

RIESGOS DE LA SEXUALIDAD A TEMPRANA EDAD









La sexualidad y los adolescentes: riesgos
Algunos padres no salen de su asombro cuando se enteran de que las leyes recogen en España y en otros muchos países que la edad de consentimiento (edad a partir de la cual no hay acción penal por tener relaciones sexuales) se establece a partir de los ¡13 años!.¿Están preparados nuestros hijos?Algunos chicos de 18, 19 y 20 años van a los institutos en sus coches o motos dispuestos a recoger a "su novia" de 13, 14 y 15 cuya madurez sexual brilla totalmente por su ausencia. Claro, que probablemente los padres tenemos la tendencia a ver a nuestros hijos de 17 años, a un paso de la mayoría de legal de edad, como unos auténticos niños y eso tampoco es muy inteligente por nuestra parte.Lo cierto es que, pese a los esfuerzos de los centros educativos de enseñar la biología y naturaleza de las relaciones humanas, los adolescentes tienen un alto desconocimiento de los riesgos a los que se enfrentan cuando se inician en sus primeras relaciones sexuales. Los padres adoptan una posición pasiva, tardía o torpe y los hijos se suelen cerrar hacia cualquier observación, indicación o consejo de los padres... Lo cierto es que nuestros hijos generalmente no suelen estar preparados cuando afrontan su primera relación sexual.Los riegos de la sexualidad en adolescentesLas estadísticas muestran que los riesgos son altos y confirman que nuestros hijos no suelen ir bien preparados. Entre los riesgos más destacados:
Embarazo.
Enfermedades de transmisión sexual (SIDA, etc.).
Experiencias adversas que conllevan actitudes negativas hacia su autoestima, seguridad, confianza, e incluso, hacia su futura vida sexual. Algunas de estas experiencias se realizan sin preparación alguna, bajo los los efectos del alcohol, drogas, etc. acentuando los efectos negativos.Consejos para prevenir los riesgosLos padres y educadores deben potenciar la formación y toma de conciencia de los adolescentes en relación con los riesgos que llevan consigo sus relaciones sexuales. Hay que insistirles en que el sexo no es un juego y que comportarse como adultos exige sentido de la responsabilidad. He aquí algunas cosas que hemos elaborado para tratar de ayudarles en estas tareas:
¿Estás preparada /o?. Diez preguntas que debe hacerse todo adolescente antes de dar el paso de su primera experiencia.
Saber decir no. Algunos jóvenes adolescentes tratan de presionar a otros para que se inicien en sus primeras relaciones sin estar preparados; para evitar estas presiones hay que aprender a decir "no".
Consejos primera relación. Un resumen de temas importantes que hay que tener presentes de cara a las relaciones sexuales.

Testimonio de la ciudad de Terri Couwenhoven, MS.

Todos vivimos algunos de esos momentos. Momentos en los que algo sucede y tratamos de imaginar por qué reaccionamos de una manera determinada. Para cuando se han desvanecido, comprendemos algo sobre nosotros mismos de lo que no nos habíamos dado cuenta hasta entonces. Pasé por uno de esos momentos hace unos meses. Mi hija de 11 años con síndrome de Down me preguntó:
- ¿Para qué es eso del sexo?
Para cualquier otra madre podría no haber sido éste un momento memorable.
Para mí, que soy educadora de la sexualidad, éste fue el momento. En aquellos segundos de silencio que siguieron a su pregunta, mi mente se estuvo moviendo como una pelota de ping-pong en un partido de campeonato. ¿Quién le habría estado hablando a ella sobre el sexo? ¿Habría utilizado su hermana alguna terminología que no le resultara familiar? ¿Habría sido alguna película que se me pasó prohibírsela? ¿Habría estado mirando algunos de mis libros? No, porque estaban muy lejos de su alcance.
No estoy segura del tiempo que pasó hasta preguntarle con voz suavemente inquisidora:
- ¿Dónde oíste esa palabra? - Se encogió de hombros.
"Vale, pensé". Soy educadora de la sexualidad. Puedo afrontarlo. Tengo recursos. Tengo información
- Mami, ¿para qué sirven los calcetines? —preguntó.
Esta vez decía algo diferente. Me di cuenta en ese momento de los calcetines que me había echado sobre mis hombros mientras doblaba la ropa que había lavado. Me sentí aliviada. Como si se tratara de un plazo para presentar un proyecto que esta a punto de vencer, mi tiempo se había ampliado. Pero ciertamente aquel día aprendí algo sobre mí misma. Este asunto de la sexualidad no es nada fácil. Y hablar a otras personas con discapacidades del desarrollo, a otras familias, o a otros profesionales que atienden a gente con discapacidad es diferente a cuando tengo que hablar a mi hija. Hasta ese momento me había sentido bastante bien sobre el progreso que Anna había hecho en su camino para convertirse en una persona sexualmente sana. Pero tenía que seguir avanzando. Quedaba tanto que ella necesitaba saber.
Momentos como éste me hacen recordar por qué disfruto enseñando a los padres y los profesionales sobre sexualidad. Describiré la importancia de la educación temprana sobre la sexualidad y explicará la primera base de temas en los que haya de introducir a su hijo.
Cuanto trato de definir la sexualidad en los programas a padres y profesionales, no me resulta una tarea fácil. Lo que lo hace difícil es que la sexualidad es un término tan amplio que abarca muchas facetas de lo que realmente somos. La sexualidad concierne a lo que creemos y a lo que sentimos sobre el ser hombre o mujer, y sobre los papeles y expectativas que están asociadas a esas creencias y sentimientos. Involucra a nuestras conductas, interacciones y relaciones con las demás personas, sean del mismo o del sexo opuesto. Incluye cómo nos sentimos con nuestro cuerpo y con nosotros mismos. La sexualidad es un proceso de aprendizaje que evoluciona a lo largo de nuestras vidas, y forma parte activa e inseparable de quiénes somos.

VIDA SEXUAL ACTIVA A TEMPRANA EDAD


Este proyecto es realizado por alumnos de tercer grado

de secundaria, de la tec, 79, con la finalidad es brindarles informacion

veraz y completa a los jovenes sobre, la importancia de conocer los riesgos en la salud y psicologicos al tener una vida sexual activa a temprana edad.